La otra pandemia...

28.11.2023

Estimados reflexivos/as, estoy segura de que la pandemia del Covid-19 ninguno la olvida. Sin duda marcó un antes y un después en nuestras vidas tanto a nivel físico, psicológico, social y económico...

Pero no tengo ganas de recordar y revolverme en esos tiempos, mi reflexión hoy va por otra pandemia que incluso me atrevería a decir que padecemos desde mucho antes del Covid-19 y en la actualidad.

La pandemia del stress, del agobio, de la falta de tiempo y en definitiva de la falta de tiempo para vivir (muchos/as no recordamos que es eso). Ah! Y se me olvidaba la hormona de moda y que descubrí su existencia este año: el cortisol (hormona del stress) ¿la conocéis? Creo más de uno/a andamos intoxicados de cortisol.

Y es que vivimos demasiado deprisa, con el tiempo ahogándonos en cada momento por la angustia de querer llegar a todo, llevándonos a nuestra mente la jornada laboral, redes sociales con noticias que casi nunca auguran nada bueno, que si reuniones, que si batallas con las instituciones públicas u otras empresas porque nos obligan a comunicarnos con locuciones que no hacen otra cosa que llenarnos de sentimiento de frustración porque al final no arreglamos NADA, compromisos absurdos, y un largo etcétera que al final del día te preguntas que cantidad de tiempo de calidad ha quedado para ti: NADA.

Como decía la canción "viviendo deprisa" y con una alta sobredosis de cortisol, así vivimos...

A todo esto añadimos esa transformación humana siempre pendiente y tras la persecución de la perfección, con poco nivel de empatía, tolerancia bajo mínimos y con unos toques de egocentrismo repletos de filtros que por un momento nos hacen creer que somos bellos bellísimos (de ilusión también se vive). Y ya ni hablemos del grado de hiper consumismo o esa inmensa necesidad de vivir a la última y con lo último que aparezca en el mercado. Sobre estos aspectos podría entrar en otra reflexión aparte.

En resumen, que no vivimos bien y que no estaría de más poner a todo el planeta en un RESET total.

¿Qué opináis? ¿Compartimos reflexión?